Un paseo entre arte funerario .
Los cementerios “cobran vida” en fechas como las actuales; el 1 de noviembre, Día de todos los Santos, y el 2 de Noviembre, Conmemoración de los Fieles Difuntos, son fechas en las cuales “se pueblan” de flores las sepulturas, y unos lugares, normalmente vacíos, ven como por “sus calles” van y vienen aquellos que quieren honrar a sus seres queridos. Pero los cementerios son algo más, y merecen la pena ser recorridos no solo en estas fechas, pues en ellos podemos encontrar maravillosas obras de arte, cuyo fin es algo diferente del habitual, pero que deben de tratarse como tales.
El cementerio de la Pontificia y Real Archicofradía Sacramental de San Pedro, San Andrés, San Isidro y de la Purísima Concepción, más conocido como cementerio de San Isidro, fue creado para que dicha Archicofradía pudiera dar sepultura a sus cofrades fallecidos. Para ello fue solicitado permiso para crear un cementerio, en aquellos momentos, fuera de Madrid, el lugar que se designó como emplazamiento fue el actual, al lado de la Ermita de San Isidro.
El primer entierro se celebró en julio 1811, siendo el cementerio de San Isidro el más antiguo de Madrid.
El proyecto inicial del cementerio fue realizado por el arquitecto de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando Don José Llorentes. A lo largo de estos años se han realizado diferentes ampliaciones, y actualmente cuenta con una superficie de alrededor de 120.000 m2.
Durante el paseo que hemos realizado hemos podido visitar algunos de los panteones más representativos o con más historia, pudiendo ver el majestuoso Ángel creado por Giulio Monteverde dentro del Panteón de la familia De la Gándara; entrar en el Panteón de los Duques de Denia, donde podemos contemplar el Cristo “fusilado”, creado por Mariano Benlliure; ver como el espectacular Panteón Guirao, por desgracia, va perdiendo poco a poco parte de sus esculturas; o descubrir la faceta “funeraria” del gran Arturo Mélida en el Panteón de los Marqueses de Amboage, actualmente en reforma.
Definitivamente, los cementerios merecen ser descubiertos.
Fuentes : Página oficial del Cementerio de San Isidro