El sueño de un hombre
No está muy claro el año en que Justo Gallego Martínez inició su particular, denominemosla así, locura, la construcción de una catedral; parece que fue un 12 de octubre, pero no se sabe si de 1961, 1962… aunque la fecha que más dan como cierta es 1961.
Para conocer un poco más de como surgió este sueño hay que leer una hoja que hay a la entrada del edificio en la que cuenta Justo su historia, y de la cual os dejamos el primer párrafo:
“Me llamo Justo Gallego. Nací en Mejorada del Campo el 20 de septiembre de 1925. Desde muy joven sentí una profunda fe cristiana y quise consagrar mi vida al Creador. Por ello ingresé, a la edad de 27 años, en el monasterio de Santa María de la Huerta, en Soria, de donde fui expulsado al enfermar de tuberculosis, por miedo al contagio del resto de la comunidad. De vuelta en Mejorada y frustrado este primer camino espiritual, decidí construir, en un terreno de labranza propiedad de mi familia, una obra que ofrecer a Dios. Poco a poco, valiéndome del patrimonio familiar de que disponía, fui levantando este edificio. No existen planos del mismo, ni proyecto oficial. Todo está en mi cabeza. No soy arquitecto, ni albañil, ni tengo ninguna formación relacionada con la construcción. Mi educación más básica quedó interrumpida al estallar la Guerra Civil. Inspirándome en distintos libros sobre catedrales, castillos y otros edificios significativos, fui alumbrando el mío propio. Pero mi fuente principal de luz e inspiración ha sido, sobre todo y ante todo, el Evangelio de Cristo. Él es quien me alumbra y conforta y a él ofrezco mi trabajo en gratitud por la vida que me ha otorgado y en penitencia por quienes no siguen su camino……“
Justo Gallego, de oficio agricultor, sin ningún tipo de experiencia como arquitecto, aparejador, obrero en la construcción… ha levantado desde la nada un edificio impresionante en un terreno de labranza de su propiedad, usando material reciclado principalmente. Un edificio que llega hasta los 35 metros de alto en su cúpula, pero que espera superar esa cota en sus torres, y que ocupa una superficie de más de 4.700 metros cuadrados. Un edificio que del que no hay planos, que no tiene licencia de obras y que no está registrado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid.
Paseandonos por la catedral podemos comprobar que actualmente está edificado todo lo que se le puede pedir a una obra de esta magnitud, la iglesia, una sacristía, una cripta, un baptisterio, claustros…. uno realmente puede llegar a perderse, cruzando salas aun en obras, subiendo a los niveles superiores de la iglesia, y encontrando puertas que llevan a otras dependencias interiores. Sinceramente es increíble que una persona, con más o menos ayuda, pueda haber realizado tal obra.
A día de hoy, a sus 94 años, Justo sigue trabajando en su catedral; una catedral que esperamos le sobreviva y sea un ejemplo de lo que el hombre puede hacer si se lo propone, y quede como recuerdo del “sueño de un hombre”.
Nosotros os dejamos con una visita virtual por esta maravillosa obra y una colección de fotografías, esperamos que os gusten.