El Cementerio de la Florida


“En este cementerio yacen…”

El una vez fue sofocado el levantamiento del 2 de mayo de 1808, las tropas francesas ejecutaron a decenas de madrileños como represalia a dicha rebelión. Las órdenes eran que se dejaran los cadáveres de los fusilados amontonados por las calles para que los pudieran ver el resto de los habitantes y así conocieran el castigo por dicha rebelión. Los fusilados fueron escogidos al azar entre los detenidos después de la revuelta.

Varios días después de los fusilamientos, el día 12 de mayo, 43 de los cuerpos situados en la zona de la llamada Montaña del Príncipe Pío fueron trasladados y dados sepultura en el camposanto de la Real Parroquia de San Antonio de Padua de la Florida, situado muy cerca de la ermita del mismo nombre, y lugar próximo al sitio donde estaban situados los cuerpos.

Este cementerio fue construido en 1796, siendo actualmente el cementerio más antiguo de Madrid, y tenía como función ser el lugar de reposo de los empleados de la Real Posesión de La Florida, función que perdió varios años más tarde para pasar a ser el lugar de culto a estos héroes de Madrid.

Hoy en día, el conocido como Cementerio de la Florida, alberga los 43 cuerpos de estos madrileños fusilados por el ejercito francés y alguna personalidad que eligió ser enterrada junto a ellos.
De estos 43 cuerpos se conoce la identidad de 29 de ellos, gracias en gran parte a la información dada por el único superviviente de este fusilamiento, Juan Suarez, que pudo escapar.

El cementerio actualmente está al cuidado de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos, que sustituyó a la Congregación de los Hermanos de la Buena Dicha, la cual les cedió esta función un poco antes de su extinción, en 1917.

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La visita

Empezamos nuestra visita a este recinto delante de la reproducción sobre azulejos del cuadro de Goya “Los fusilamientos”, realizada en 1982 por Juan Manuel Sánchez Ríos, perteneciente a la Escuela de Cerámica, cuya sede está muy próxima al cementerio.

Dirigiéndonos hacía el cementerio, nos encontramos con una columna conmemorativa, parece ser que en recuerdo de la fecha del 2 de mayo. En esa misma zona, en el muro, hay una placa conmemorativa dedicada a Sor Marta, monja francesa que atendió en 1809 a 600 militares españoles presos a Besançon, muchos de los cuales salvaron la vida gracias a ella. La placa se instaló en 1991, y también es obra de Juan Manuel Sánchez Ríos.

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Ya en el interior del patio que antecede a la capilla, podemos ver el lugar donde, según parece, estuvieron situados los restos de los fusilados, y que fueron trasladados a la cripta de una primera capilla que ya existía en 1872. Debido a los daños sufridos por el cementerio durante la Guerra Civil, en 1959 se iniciaron unos trabajos de rehabilitación entre los que se incluía la construcción de una nueva capilla, que fue inaugurada el 2 de mayo de 1960.
Junto a la lápida de la fosa, una reproducción en cerámica del lienzo “Los desenterramientos” de Vicente Palmaroli. También obra de la Escuela de Cerámica, realizada por Cruz Iruela en el año 1974.

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En el interior de la capilla como curiosidad podemos ver una placa homenaje a Espartero, que sinceramente, nadie sabe que hace en este lugar.

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Bajamos hasta la cripta donde podemos leer los nombres de los 29 fusilados que fueron identificados, y también nos encontramos con un nicho donde está el general Evaristo San Miguel, duque de San Miguel.

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Finalizamos esta visita, realizada a un lugar con mucha carga “histórica”, y que merece la pena conocer.

Si queréis conocerlo, el Cementerio de La Florida puede visitarse, aparte del propio 2 de mayo, los sábados de los meses de mayo y junio desde las 10:00 hasta las 13:30 horas. La entrada es libre y gratuita, y además es posible realizar una visita guiada por uno de los miembros de la Sociedad Filantrópica de Milicianos Nacionales Veteranos.

Nosotros tuvimos la suerte de contar como guía al escritor Miguel Reseco, también miembro de la Sociedad.


Fuentes y más información


¿Dónde está?

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