Hoy nos llevamos nuestra escalera hasta el Viaducto de la calle Segovia, un lugar con una historia de la que seguro le gustaría desprenderse, pues ha sido el lugar preferido por los suicidas durante muchos años.
Hoy nos llevamos nuestra escalera hasta la Cuesta de los Ciegos, larga escalinata que une la calle Segovia con el jardín de las Vistillas, no apta para "bajos de forma".