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Volvemos a la Plaza de la Villa
Hoy volvemos a darnos un paseo por la Plaza de la Villa; si en su día visitamos la Casa de la Villa y la Casa y Torre de los Lujanes, hoy entramos en el tercer edificio histórico que podemos encontrar en este excepcional enclave, la denominada Casa de Cisneros.
Esta casa-palacio está situada en la calle Sacramento nº 2 (con una fachada de estilo plateresco), con vuelta a la calle del Cordón, la Plaza de la Villa (donde se encuentra la entrada a las cocheras y de la servidumbre), y la calle del Rollo.
Fue mandada construir por Don Benito Jiménez de Cisneros, sobrino del Cardenal Cisneros, en 1537, designando una cantidad de 8.500 ducados para su construcción, cifra que luego tuvo que ampliar. En el siglo XVII fue comprada por Bernardo de Sandoval y Rojas, Arzobispo de Toledo; cambio de manos alguna vez más hasta llegar a ser propiedad de los condes de Oñate,
En 1909 fue comprada por el ayuntamiento a instancias del entonces alcalde, el Conde de Peñalver, a los herederos del condesa de Oñate para instalar en ella parte de sus departamentos, y se encargó a Luis Bellido y González, arquitecto municipal, su restauración.
En esta restauración se recuperaron muchos elementos originales de la construcción, y fue durante la misma cuando se creó el corredor volado de estilo veneciano que une la Casa de Cisneros con la Casa de la Villa que podemos ver en la calle Madrid.
Esta restauración obtuvo numerosos premios, el de la Sociedad Española de Amigos del Arte en 1911, la medalla de la Exposición Nacional de 1912, y el premio del Ayuntamiento de Madrid a la mejor reconstrucción en 1915.
Después de la Guerra Civil se realizó una reforma del interior a cargo de Felipe Trigo.
Entramos en uno de los pocos palacios renacentistas del siglo XVI que aún se conservan en Madrid, aunque con bastantes alteraciones respecto a como era en sus orígenes.
En su interior podemos destacar la escalera de entrada, con azulejos de Talavera, obra de los ceramistas Juan Ruiz de Luna y Enrique Guijo durante la reforma realizada en 1911.
También tiene interés el Salón de Tapices donde se muestran algunos tapices flamencos del siglo XV de excepcional valor, y uno de los cinco ejemplares de “Carlos III en traje de caza”, realizado por Francisco de Goya en 1785.
En este histórico edificio nació el político Álvaro de Figueroa y Torres, conde de Romanones, y vivió y murió Ramón María Narváez. Por el pasaron los condes de Campomanes, el Duque de Rivas y el general Polavieja. Su interior también ha albergado el Consejo Superior de Guerra o la Embajada de Austria.
Hoy en día sigue albergando dependencias del Ayuntamiento de Madrid, y aunque no se puede visitar de forma habitual, durante el año 2019 y gracias al programa de visitas Open House fue posible conocer su interior.
Para conocer más:
Fantastico reportaje fotografico.
Muchas gracias Elena, te echamos de menos en el Prado.
Adela R.
Muchas gracias por sus comentarios, nos alegramos que le guste el reportaje. Y queremos indicarla que no sabemos quien es Elena.
Un saludo