El convento más antiguo de Madrid .
Hoy volvemos a salir de la Villa y Corte y de nuevo nos acercamos a la Sierra Norte de Madrid, hoy vamos con destino La Cabrera.
Muy cerca del pueblo, a unos dos kilómetros, y a 1.190 metros de altura, en la laderas del Cancho Gordo, nos encontramos con el convento de San Julián y San Antonio, un lugar donde se respira tranquilidad, y desde donde se tienen unas maravillosas vistas.
La historia de la fundación del convento no está clara, por un lado se dice que es del siglo XI, y que fue el rey Alfonso VI (1040-1109) el que mandó construirlo. Otras datan la edificación en la primera mitad del siglo XII. Y una tercera versión indica que pudo ser construido sobre un primitivo templo pre-románico.
El convento a lo largo de su historia ha sido usado por varias órdenes religiosas: benedictinos, franciscanos… hasta llegar a su uso actual por los Misioneros Identes.
Uno de sus últimos propietarios fue el médico Carlos Jiménez Díaz, quien lo reformó y adapto como residencia.
El convento ha tenido varios usos, desde escuela, casa de retiro, incluso siendo por un breve tiempo prisión clerical. Y durante esos periodos han sido varios los personajes ilustres que lo han visitado, como el Marqués de Santillana o el Cardenal Cisneros.
El elemento principal del convento es la iglesia, realizada principalmente de granito, y en la que podemos destacar la presencia de cinco ábsides, tres naves y crucero. Es un edificio prácticamente sin ningún tipo de decoración. La torre de la iglesia fue levantada años más tarde, en el siglo XV.
También es muy destacable toda la obra de ingeniería hidráulica (realizada en el siglo XV o XVI) que canaliza el agua de diferentes manantiales que nacen en la sierra y lo traen hasta el convento, repartiéndola luego por todo el recinto. En nuestra visita pudimos contemplar el estanque donde se recibe parte del agua canalizada, así como diversos canales y pilas para repartirla. Esta obra hidráulica es uno de los motivos por los que en 2018 el convento será declarado Bien de Interés Cultural.
Después de visitar este tranquilo lugar es muy recomendable darse una vuelta por los alrededores, un lugar magnífico para pasear.
Fuentes : Página de oficial del Monasterio