De elogiado a olvidado
En esta ocasión cambiamos totalmente de estilo y nos vamos a visitar lo que queda del, en su día, original Pabellón de España en la Exposición Universal de Bruselas de 1958.
Entramos…
José Antonio Corrales y Ramón Vázquez Molezún
José Antonio Corrales Gutiérrez (Madrid 5/11/1921 – † 25/07/2010) y Ramón Vázquez Molezún (La Coruña 2/09/1922 – † Madrid 1/10/1993) estudiaron en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Madrid donde obtuvieron el título en 1948. Fundaron el estudio Corrales y Molezún en 1952, el cual fue uno de los estudios de referencia en la arquitectura española de la posguerra.
En 1956 el Ministerio de Asuntos Exteriores organizó un concurso nacional de ideas para el diseño del pabellón de España para la Exposición Universal que se celebraría en Bruselas en 1958, el lema de dicho concurso era “Por un mundo más humano”. A dicho concurso se presentó el estudio Corrales y Molezúm, y fueron los elegidos como ganadores. Su diseño, el conocido como Pabellón de los Hexágonos, tuvo un gran éxito y ganó una de las medallas de oro en la Exposición.
Aparte del Pabellón de los Hexágonos, algunas de las obras importantes del estudio Corrales y Molezún que podemos ver en Madrid son la Casa Huarte, el edificio Bankunión y los Laboratorios Profidén, entre otras.
El Pabellón de los Hexágonos
El reto al que se presentaban los participantes en el concurso para la elección del pabellón era complejo: estaría situado en una colina, con un desnivel de hasta 7 metros; la parcela era de forma irregular, haciendo esquina con algunas calles; estaría situado junto a grandes árboles que no se podían tocar; el pabellón no podía ocupar más del 70% del total de la superficie de la parcela; y al finalizar la exposición universal el pabellón debería desmontarse y reconstruirse en España.
La solución optada por Corrales y Molezún fue, en palabras del propio José Antonio Corrales, “un paraguas hexagonal prefabricado y ligero para formar la cubierta y que extendido a la totalidad del recinto formará el pabellón“. Este “paraguas” hexagonal media 3 m de lado, y estaba soportado por una columna central apoyada en un cimiento de hormigón. Los cerramientos de los módulos podían ser de dos tipos, uno opaco de ladrillo visto, y otro transparente de aluminio y vidrio.
A partir de esta base se creo una estructura adaptada al desnivel de la parcela mediante la creación de bancos sobre los que se situaban los diferentes módulos, de una altura variable pero que solían ser de 6 o 7 metros. El resultado final fue un lugar espacioso, luminoso, que se adaptaba al entorno y a la topografía del terreno; en su interior crearon diferentes secciones, entre ellas una terraza, un restaurante y la entrada, de una altura menor. Como curiosidad, el mobiliario también tomaba el hexágono como figura base.
Este innovador diseño ganó una de las medallas de Oro de la Exposición, y fue alabado por revistas especializadas de arquitectura de toda Europa.
Vuelta a España
Una vez finalizado la Exposición de 1958 se decidió trasladar el pabellón a la Casa de Campo, sin un destino definido. Pero la ubicación elegida, por su topografía y dimensiones, hicieron que la disposición de los elementos que componían el pabellón fueran instalados de una forma diferente a la original, lo que hizo que perdiera parte de su amplitud.
En 1967 el Ministerio de Agricultura acuerda con la Comisaría de la Feria Internacional del Campo la permuta de un pabellón propiedad del Ministerio por el Pabellón de los Hexágonos, su rehabilitación y adecuación a la nueva función fue llevada a cabo por parte del arquitecto José Luis Fernández del Amo.
En los años 70 el pabellón cayó en desuso y fue deteriorándose hasta llegar a un estado lamentable de conservación. Hace unos 4 años se inicio la recuperación de un parte del pabellón, la cual finalizó en el 2021, y es la sección que hoy en día se puede visitar, pero sin conocerse su destino final.
Nuestra visita
Nuestra visita se realizó dentro del programa “Pasea Madrid” organizado por el Ayuntamiento de Madrid, durante la misma se pudo recorrer la parte ya restaurada del pabellón y conocer su historia.
Aunque por las ventanas del pabellón ya se puede conocer la situación de la zona abandonada, una vez finalizada la visita nos dimos una vuelta por el exterior del recinto donde se puede comprobar el estado, lamentable, que tiene hoy en día la mayoría del pabellón. Una verdadera lastima que un proyecto tan innovador se haya dejado abandonado de esta manera.
Hay que comentar que la visita la realizamos a finales del año 2022, por lo que no sabemos si ahora mismo han realizado alguna labor más de recuperación del pabellón o por lo contrario ha seguido degradándose. También lleva tiempo especulándose con el destino final de esta instalación, pero a día de hoy desconocemos aún cual será.
Salud para todos.
Fuentes y más información